América: Tricampeón en medio de una apática final ante Monterrey

En una final que podría ser recordada más por su ausencia de emoción que por la alegría del campeonato, el América se alzó con su tercer título consecutivo de la Liga MX en el Estadio BBVA, venciendo a un Monterrey que parecía no haber despertado de su letargo de la temporada regular. El marcador global de 3-2 a favor de las Águilas refleja más una hazaña de resistencia que de brillantez futbolística.

Desde el silbatazo inicial, el América mostró la intención de dominar el encuentro, pero el juego se tornó en un monólogo azulcrema con poco que ofrecer en términos de espectáculo. A pesar de que el Monterrey contaba con una de las plantillas más costosas de la liga y con un entrenador como Martín Demichelis, quien parecía haber dejado en el vestuario la estrategia que los llevó a la final, el equipo regiomontano no logró imponer su juego. La falta de creatividad y el esquema táctico de la Pandilla en el campo fueron tan pasivos que cualquier espectador neutral podría haber pensado que estaban jugando un amistoso de pretemporada en lugar de una final.

El gol de Richard Sánchez fue una muestra de calidad individual en medio de un partido donde el colectivo brilló por su ausencia. Las Águilas supieron aprovechar sus oportunidades, mientras que Monterrey, con un desempeño que ni siquiera los más críticos hubieran imaginado, se mostró incapaz de cambiar la dinámica del juego. El empate llegó tarde para los Rayados, cuando Johan Rojas logró superar a Malagón, pero fue demasiado poco, demasiado tarde.

El análisis crítico de este encuentro no puede omitir la actuación del cuerpo técnico de Monterrey, que, con una plantilla de lujo, no pudo desplegar un plan de juego efectivo. Las modificaciones realizadas durante el partido no mejoraron la imagen del equipo, dejando una sensación de oportunidad desperdiciada y una estrategia que parecía haberse quedado atascada en los primeros meses de Demichelis al mando.

André Jardine es el mejor técnico que ha tenido la liga MX?

Por el lado del América, si bien el tricampeonato es un logro histórico, la forma en que se obtuvo este título deja un sabor agridulce. El equipo de André Jardine, aunque efectivo en el resultado, no mostró el fútbol deslumbrante que se esperaría de un tricampeón. El triunfo, más que una exhibición de superioridad táctica o técnica, se basó en la solidez defensiva y en aprovechar los errores del rival.

En resumen, este campeonato cierra un capítulo en la Liga MX con un América que se consolida como el equipo dominante, pero también deja en evidencia las limitaciones y el bajo rendimiento de un Monterrey que no estuvo a la altura de las expectativas creadas durante la temporada. La crítica no puede ser más contundente: el tricampeonato del América es indiscutible, pero el camino hacia él, en este último partido, fue tan deslucido como la actuación de su rival.

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